miércoles, 21 de noviembre de 2012

FALSO MITOS SOBRE CORRER

Correr genera celulitis, engorda las piernas y otras sandeces

Cuando se lleva corriendo en el ámbito popular más de 15 años, la cantidad de datos sobre correr que ha recibido uno por tierra, mar y aire, metáfora de los medios de comunicación, blogs, libros, revistas y colegas de trote, es tremenda. Y como a uno le gusta analizarlos todos, llega a la conclusión de que, como en el resto de aficiones, abundan los falsos mitos. Lo más curioso es que su origen suele estar en entornos en los que no se practica el running. Vamos, como cuando los curas católicos hablan de sexo. En fin.

Lo último que me ha llegado es la afirmación, validada por algunos que otros nutricionistas y/o esteticistas: Correr genera celulitis. Y se quedan tan panchos. Claro, sólo hay que ver que las chicas que más kilómetros hacen del mundo, esto es las atletas profesionales, tienen toneladas de celulitis. La afirmación es ridícula, y a pesar de que al correr hay pequeños traumas, el beneficio que se produce en la circulación es científicamente incuestionable. Otra cosa es que una vez que ya hay celulitis (la predisposición genética manda), el correr no va a hacer que desaparezca.

En la línea está lo de que “correr engorda gemelos y muslos”. Y de nuevo os emplazo a le echéis un vistazo a las piernas de los atletas de élite, que llegan a hacer 240 kilómetros a la semana, quienes en su mayoría las tienen ‘afiladas’. Se sabe que la morfología de las piernas viene definida de nacimiento. ¿Que puede haber corredores con las piernas gordas? Claro. ¿Que pueden llegar a ser bueno? Sin duda. Pero la mayoría de los que llegan a la élite tienen las piernas finas. Selección natural, se llama. En el fondo, el fondo tiene que ver mucho con el peso. Y, a pesar del mito, si se pierde peso, se logra afinar las piernas.

La tirita en la nariz, como las estampitas de la virgen

Lo malo de los falsos mitos es que se incrustan en el cerebro de la gente y luego, no hay quien los quite. Un claro ejemplo es la famosa tirita en la nariz que triunfó en los años 90. La llevaron grandes maratonianos, y con ellas hicieron grandes tiempos. Al final, científicamente hablando, se comprobó que era como correr con estampitas de la Virgen. O de Buda. El beneficio, una vez arraigado, era psicológico. Si bien ayudaba al corredor que tenía mocos o problemas de respiración, lo cierto es que no le hacía mejorar los tiempos de las carreras. No olvidemos que la empresa que los inventó pagaba a los profesionales para que las llevara. Hoy en día, a esas tiritas se les tuvo que dar una nueva salida: evitar roncar por las noches.

Otro magufo: las medias de compresión deportivas.

Hace unos años se pusieron de moda. Las estuvo llevando Chema Martínez, el atleta más mediático que haya existido en España. Sin duda las llevaba por ‘trabajo’. De unos años a esta parte, pocos corredores de élite las llevan. Ya, ni él. Porque sus beneficios no son tanto para correr como para recuperarse de lesiones (ej: periostitis). Y aquí cabe recordar que las mejores medias de compresión son de ortopedia. Colegas, si os duele algo, no corráis.

Y otro más: el famoso kinesiotaping o esparadrapos de colores que llevan los atletas (en Londres JJOO parecía que si no llevabas uno no te dejaban entrar al tartán) no tiene, en absoluto, demostrados sus beneficios. ¿Sabéis la cantidad de metros que han vendido las empresas que lo fabrican y la cantidad de contratos que han firmado con los grandes atletas? ¿Qué? ¿A que este magufo ha dolido? En breve se usará para evitar los ronquidos y tal…

No a las zancadas largas y sí a entrenar bien

Los falsos mitos son interminables en el ámbito de correr. No, el Vick Vaporub no beneficia la práctica de esta afición a modo de doping, como tampoco lo hace el tomarse un chupito de alcohol. O lo de dar zancadas largas y subiendo mucho las rodillas. Que no, que no hay que darlas muy largas. ¡Y lo que hay que subir son los talones!

Pero el que más me gusta es el siguiente: Correr el maratón es cuestión de fortaleza psicológica o la cabeza es lo más importante en un maratón.
MEN-TI-RA.
Lo que te permite terminar mejor o peor un maratón es el fondo, y la fuerza que se tenga en los músculos. Y a partir de ahí, mentalmente lo podrás ver todo mejor o peor. Entendedme: doy por supuesto que se ha corrido con cabeza y que se ha planificado los tiempos de paso de los 10, 21… etc. Si alguien te dice que el maratón es una cuestión mental, posiblemente no haya entrenado debidamente. O quizás, se ha juntado con malas compañías. Si fuese cuestión mental muchos superaríamos nuestras marcas sólo con el entusiasmo que ponemos. De hecho, si no has entrenado bien, no podrás correr un maratón. Una vez que estés preparado físicamente ya podrás pasar a la siguiente fase: la de los juegos mentales cuando toca sufrir.

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